Certificaciones sostenibles para etiquetas de ropa: ¿Qué opciones existen? 

Sustainable still life with Blue denim jeans, gray pullover and craft paper card with Recycling symbol. Second hand apparel idea. Circular fashion, donation, charity concept. Top view

Durante años la sostenibilidad se identificaba con un público joven, urbano o muy concienciado con el medioambiente. Pero eso ha cambiado, la sostenibilida ya no es algo exclusivo de un grupo reducido de consumidores.

Hoy en día, forma parte de las decisiones de compra de muchísimas personas. Cada vez más clientes quieren saber de dónde viene su ropa, cómo se fabrica y qué impacto tiene en el entorno. Ya no se conforman con mensajes bonitos o etiquetas verdes: piden pruebas, datos y certificaciones que demuestren los compromisos de las marcas.

Esta nueva forma de entender el consumo se ha acelerado con la legislación europea, la mayor sensibilidad ambiental y la facilidad para acceder a información. Las redes sociales también han hecho más visibles las prácticas poco transparentes. En definitiva, la sostenibilidad ha pasado de ser un valor añadido a ser algo que el mercado da por hecho. 

1. Etiquetas obligatorias en la Unión Europea e internacionales

Antes de entrar en el tema de la sostenibilidad, debemos tener en cuenta qué es obligatorio y qué no en cada país o región. Por ejemplo, todas las prendas que se comercializan en la UE deben cumplir con el Reglamento (UE) nº 1007/2011 sobre denominaciones de fibras textiles y etiquetado. Este reglamento exige:

  • Indicar con precisión la composición en fibras y su porcentaje en peso.
  • Usar las denominaciones oficiales reconocidas por la UE (no se permite “fibra ecológica” o “sostenible” sin respaldo técnico).
  • Mostrar la información en el idioma del país de venta (en España, en castellano).
  • Identificar al fabricante o importador responsable.

En Estados Unidos, por ejemplo, la Federal Trade Commission (FTC) exige que cualquier declaración de sostenibilidad o etiqueta ecológica esté respaldada por pruebas verificables, de acuerdo con sus Green Guides. Países como Chile, Colombia o Brasil han empezado a incorporar normas sobre trazabilidad y etiquetado ambiental, aunque aún no existe una certificación única obligatoria a nivel regional. 

En Asia, la regulación varía mucho según el país. Japón cuenta con programas públicos de etiquetado ecológico, como el Eco Mark. En China, el estándar GB/T 32161-2015 establece directrices para la evaluación de productos textiles ecológicos, y algunas regiones aplican certificaciones obligatorias en materias como seguridad química o contenido reciclado.

2. Certificaciones sostenibles: ¿qué estándares son los recomendados para fabricantes y marcas?

Como era de esperar, a mayor preocupación por la sostenibilidad, mayores opciones tenemos para “etiquetarla”. Sin embargo, en Indet siempre recomendamos optar por sistemas de certificación reconocidos el mercado europeo e internacional. Debemos valorar qué aspecto cubre cada certificación, por ejemplo ambiental, social o químico, y combinarlos según el producto. Orientativamente, podemos optar por: 

  • Global Organic Textile Standard (GOTS): cubre toda la cadena de producción, desde la fibra hasta el producto final. Entre otras cosas, garantiza el uso de fibras orgánicas certificadas (mínimo 70 %), restricciones estrictas sobre tintes, blanqueantes y acabados químicos. Es el estándar global más reconocido para productos textiles orgánicos. Su cumplimiento facilita la exportación a la UE, Reino Unido y mercados premium.
  • OEKO-TEX® Standard 100: cubre seguridad química y trazabilidad del producto. Por ejemplo, trata el control de más de 300 sustancias nocivas (metales pesados, formaldehídos, pesticidas, colorantes azoicos). La extensión “made in green” añade trazabilidad completa y control social de las instalaciones. Esta certificación está muy implementada entre fabricantes europeos y asiáticos.
  • EU Ecolabel (Etiqueta Ecológica Europea): cubre el impacto ambiental a lo largo del ciclo de vida del producto. Se enfoca al control de sustancias peligrosas y emisiones, reducción del consumo de agua y energía, y la durabilidad y solidez de los tejidos. Es una etiqueta pública oficial de la Comisión Europea, reconocida en los 27 Estados miembros.
  • Global Recycled Standard (GRS) y Recycled Claim Standard (RCS): cubre el contenido reciclado y la cadena de custodia, por ejemplo verificando el porcentaje de fibra reciclada (mínimo 5 %), y los requisitos sociales, ambientales y de gestión química. Es imprescindible para comunicar de forma verificada el uso de materiales reciclados.
  • Fairtrade Textile Standard: aunque no es una certificación estrictamente sostenible, cubre las condiciones laborales y derechos humanos en toda la cadena de valor, lo que también es muy valorado por los consumidores, ya que aporta una dimensión social sólida y verificable, especialmente en la confección en países de riesgo.
  • Better Cotton (BCI): cubre la sostenibilidad en el cultivo de algodón, y actualmente es la certificación de algodón responsable más extendida en el mundo, con más de 22 % de la producción global.
  • Responsible Wool Standard (RWS): garantiza el bienestar animal y la óptima gestión de recursos en la producción lanera, por ejemplo a través de la prohibición del mulesing y de auditorías de granjas y trazabilidad desde el origen.
  • Cradle to Cradle Certified® (C2C): se enfoca al diseño circular y materiales seguros, en cinco categorías: salud de materiales, reutilización, energía renovable, gestión del agua y equidad social. Promueve modelos de economía circular y facilita el cumplimiento del futuro Pasaporte Digital de Productos que será obligatorio en la UE.

Para las grandes marcas y fabricantes, las certificaciones sostenibles ya no son un valor añadido, sino una condición de acceso al mercado. A medio plazo, el cumplimiento de la Estrategia Textil Europea exigirá demostrar impactos ambientales y sociales verificados por terceros. Por ello, adoptar estándares como GOTS, OEKO-TEX, GRS o Fairtrade no solo mejora la reputación de marca, sino que reduce riesgos regulatorios, asegura la trazabilidad y aporta credibilidad frente a consumidores, inversores y distribuidores. 

El futuro de la moda en Europa será medible, circular y transparente. Y las certificaciones son la herramienta que conecta la sostenibilidad declarada con la sostenibilidad demostrada.

Deja un comentario

Resumen de privacidad

Utilizamos cookies propias y de terceros para fines funcionales dirigidos a permitir la correcta navegación
por nuestra página web, guardar información de sus preferencias de usuario, analizar cómo interactúa
con nosotros, medir qué uso hace de los servicios que le proporcionamos y poder mejorarlos además de
poder mostrarle publicidad en función de sus hábitos y perfil de navegación.