Sí, lo sabemos, el año que empieza es el 2024… Pero las colecciones de temporada del año que entra ya listas para salir a la luz, incluso en muchas tiendas ya se empiezan a ver algunas prendas de la nueva temporada, así que muchas marcas ya están pensando en las tendencias de las siguientes. ¡Y por fin tenemos aquí los colores de primavera-verano 2025!
Para una primavera-verano que todavía queda lejísimos, pero que siempre acaba llegando antes de lo que parece, se trabajan una amplia gama de tonos. Se habla del color en mutación, es decir, tonos clásicos, pero con más luminosidad, más sobrios o incluso con pigmentaciones híbridas. Es decir, los colores de siempre bajo un nuevo prisma.
La historia detrás del concepto de «color en mutación»
Si los colores de la temporada anterior transmitían fuerza y vitalidad, derivadas de una necesidad colectiva de ser fuertes y dejar atrás la adversidad y los momentos difíciles vividos en los dos años anteriores, la gama cromática para el 2025 es un reflejo de otra necesidad no tan puntual, sino que se ha convertido en una constante en los últimos años: el cambio, la flexibilidad y la capacidad de adaptarse a los constantes retos que surgen, tanto a nivel profesional como personal. Para conseguirlo, las personas mutan, como lo hacen los colores que vendrán.
Por otra parte, la creciente preocupación por la sostenibilidad y el medio ambiente, y las tendencias de pensamiento de carácter más científico, digital y tecnológico, están haciendo que las personas como sociedad se replanteen sus hábitos de consumo, lo que afecta entre otras cosas a los procesos creativos y la producción industrial. Se busca innovación, pero también durabilidad, y una constante conexión con la naturaleza y con procesos más artesanales o naturales.
Así, todo se renueva, pero sin perder las conexiones que le dan sentido. Los múltiples procesos de transformación nos invitan a echar un nuevo vistazo a las conexiones entre la humanidad y la naturaleza, y a reconsiderar cómo equilibramos el pasado y el futuro.
Las 4 líneas cromáticas que marcarán la moda en primavera-verano 2025
Las cuatro líneas cromáticas que se plantean combinan tonos atemporales, clásicos, pero con un giro hacia los tonos brillantes, gracias a la experimentación con los pigmentos. Son tonos más luminosos, expresivos, y que juega mucho más con los contrastes claros y oscuros.
1. Naturaleza cálida
La primera línea cromática es calmada y serena: Combina el amarillo solar, el verde bioluminiscente, beige vegetal, azul claro, marrón blanqueado, gris salado y naranja atenuado.
Se trata de una combinación que evoca colores suaves y cálidos de la naturaleza, son tonos blanqueados modulados, con el contraste intenso del verde bioluminiscente, como podría serlo una suave playa al atardecer junto a un vibrante manglar.
2. Intensidad tropical
La segunda gama nos recuerda un fondo marino tropical, lleno de intensos colores. Combina el turquesa oscuro, el caroteno, verde detox, dosis de naranja, azúcar moreno y jarabe de coral.
En este caso los tonos no se matizan, sino que se presentan con toda su intensidad, son colores sólidos, densos e hiperpigmentados, que nos transmiten energía.
3. Noches sin fin
¿Quién dice que la noche no tiene color? La tercera gama cromática que se propone para el 2025 nos recuerda las noches de una gran ciudad que nunca duerme, llenas de vida y color.
Se trata de una gama con rosa cuarzo, gris titanio, malva ópalo, amarillo lechoso, piel de perla, sombra fucsia, blanco shock y rojo noche. Una vaga y equívoca armonía entre matices escurridizos y tonos.
4. El origen de la vida
La última combinación que marcará tendencia nos conecta directamente con la naturaleza, una profusión de tonos fermentados, verdes fértiles y marrones, tonos azulados y violáceos extraídos de organismos vivos.
Encontraremos un fértil marrón, azul grafito, bacteria violina, verde fermentado, turquesa enzimático, y un azul vivaz junto a un verde alga y un azul infinito.
En las cuatro gamas podemos percibir el concepto de mutación que comentábamos al principio. La naturaleza cambiante, con la luz, con las estaciones, con el paso del tiempo, y la propia transformación de la persona, que pasa de los momentos diurnos de calma a las vibrantes noches sin dormir.
¿Y a vosotros, qué os parecen los colores que serán tendencia en la primavera verano del 2025?