Cada marca tiene su propio estilo, unas líneas que la hacen única e identificable para sus seguidores. Sin embargo, a veces se lanzan colecciones que responden a estilos de compradores diferentes, y la marca debe ser lo suficientemente versátil para realizar pequeñas adaptaciones que, sin dejar de transmitir su esencia, apelen también estos diferentes estilos.
Las etiquetas no son una excepción, deben seguir esta estrategia de equilibrar la esencia de marca con el estilo particular de la colección —y de la persona a la que se enfoca.
Para conseguirlo, los principios de la psicología de la moda nos pueden ser muy útiles, para entender los matices de la adaptación a colecciones de lujo, urbanas, sport o a los colores que son tendencia una determinada temporada.
1. Minimalismo y estilo nórdico: menos es más
Los estilos minimalistas no suelen pasar de moda, por lo que es probable que en un momento u otro lancemos alguna colección siguiendo unas líneas de colores neutros y sólidos, colores sencillos —¡aunque no todo tiene que ser blanco, negro o beige!—, tejidos naturales, atemporalidad y versatilidad. Una etiqueta de ropa para una línea minimalista debe ser por lo tanto funcional y elegante a la vez. ¿Cómo podríamos hacerlo?
- Escogeríamos materiales naturales, como algodón orgánico u otros tejidos, o papel reciclado con texturas naturales.
- En el diseño y la tipografía, la clave será el “aire” o espacio en blanco, y optaríamos por tipografías sans-serif limpias y geométricas (piensa en Helvetica o Futura) o serif muy refinadas y espaciadas.
- La paleta de colores no tiene por qué ser rigurosamente sobria: en diseños minimalistas es muy habitual encontrar blanco sobre negro, negro sobre blanco, o tonos crudos/beis monocromáticos, pero también puede haber tonos más intensos bien escogidos, como un granate o un azul oscuro.
La clave es evitar los colores llamativos y los diseños complejos, buscaremos la elegancia y la simplicidad en todos los elementos de la etiqueta: materiales, colores, tipografía y forma.

2. Lujo y alta costura: la artesanía es la nueva tendencia
En lo que respecta a las colecciones de lujo y alta costura, la principal dificultad es saber qué se asocia al lujo en cada momento. Por ejemplo, hace una década el lujo se asociaba al exceso de brillo y el uso ostentoso del oro. Sin embargo, hoy en día el lujo tiende más a la exclusividad, la discreción y la elegancia, siendo el negro la máxima expresión de esta tendencia —lo que nos recuerda la polémica generada cuando se restringieron los derechos de uso de Vantablack, el “negro más negro del mundo”. Los materiales reciclados, siguiendo tendencias sostenibles, también están empezando a ser un rasgo diferencial de las colecciones de lujo y alta costura.
- En los materiales para este tipo de colecciones, podemos optar por tejidos de alta calidad, pero reciclados o reciclables, o cartones de papel reciclado de alto gramaje.
- Por lo que respecta al diseño y la tipografía, suelen ser más elaborados, aunque sin los excesos de hace unos años. Podemos optar por serif elegantes (como Didot o Garamond) o cursivas.
- Los colores suelen ser más profundos, como un azul medianoche, un burdeos o un verde botella, y podemos incluir detalles metálicos en oro, plata o bronce, aunque sin recargar demasiado —siempre debe primar la elegancia y la calidad.
- En los acabados, las técnicas que imitan lo artesanal, como bordados en 3D, tintas con relieve o sellos de cera son tendencia.
Nuestro tip: si puedes, incluye detalles que denoten exclusividad, como un “hecho a mano en…” o un número de serie limitado.

3. Estilo urbano y streetwear: rompiendo las reglas
Si un estilo ha cambiado radicalmente la forma en la que lo percibimos a nivel social, es el estilo urbano o streetwear. Lo que antes se percibía como informal, poco cuidado y solo apto para determinadas situaciones de familiaridad, ahora es perfectamente aceptable en entornos profesionales y formales. Se trata de un estilo muy adoptado por diferentes perfiles de consumidores, y muy versátil. En este caso, la etiqueta podrá ser tan versátil como el enfoque de nuestra colección. ¿Por qué podríamos optar?
- En este caso podemos jugar con materiales para etiquetas más resistentes y con un toque industrial, por ejemplo un poliéster reciclado con textura, Tyvek o un cartón grueso.
- La tipografía admite estilos de mayor tamaño y con tipografías más llamativas e informales.
- En este estilo las paletas de colores son muy variadas, como combinaciones de alto contraste, neones y fluorescentes, tonos intensos…, aunque también admiten paletas menos intensas.
El diseño urbano nos permite experimentar, tanto en materiales, colores y tipografía como en la propia forma de la etiqueta.

4. Moda sostenible y consciente: simplicidad y transparencia
Hay marcas que basan su principal propuesta de valor en la sostenibilidad, y todas sus prendas, hasta el mínimo detalle, transmiten este mensaje. Sin embargo, hay marcas que, aunque enfocadas a otros estilos, tienen la sostenibilidad como valor añadido, o lanzan colecciones específicas de prendas sostenibles. Cuando hablamos de sostenibilidad no nos referimos solo a algodón ecológico, hoy en día esta tiene que abarcar todas las fases, desde el origen y composición de los materiales, hasta el proceso de fabricación y su huella ecológica. Y esto debe transmitirse, entre otros puntos, en la etiqueta.
- El material de la etiqueta en una marca o colección sostenible es clave, pero hoy en día hay una amplia gama de posibilidades: tyvek reciclado, papel de piedra, piel reciclada, algodón orgánico, papel reciclado, papel de cannabis, de césped o de arroz…
- En este caso podemos optar por tipografías claras, y sobre todo destacar la información relativa a la sostenibilidad de la prenda (material, origen…).
- Los colores suelen estar asociados a la naturaleza, como tonos tierra, verdes, crudos y marrones. Combinados con un material y acabado natural, transmiten claramente la propuesta de valor.
Nuestro tip: incluye un código QR en la etiqueta que enlace a una explicación más detallada sobre la sostenibilidad de la prenda: orígenes, material, procesos de economía circular….

En resumen, adaptar una marca a una colección específica no significa cambiar nuestra esencia por completo, es una cuestión de detalles a menudo sutiles. Se trata de adaptarse al estilo concreto que queremos transmitir desde nuestra forma de ser, conservando nuestro core branding.


